Los temores de una propagación de la crisis griega en la Eurozona tienen en alerta a los mercados financieros del mundo. El ‘contagio’ pudiera replicarse en las entidades financieras de países como España, Portugal, Irlanda y hasta en Gran Bretaña.
Además del impacto en los mercados bursátiles del mundo, del debilitamiento constate del euro frente al dólar y el temor de los inversionistas, las lecciones de la crisis griega deben ser analizadas con cautela desde el Ecuador.
Entre las razones que llevaron a los griegos a esta situación está, principalmente, un aparente mal registro de sus cuentas fiscales, que hoy se traduce en un elevado déficit, ocasionado en gran parte por la acumulación de deudas.
No transparentar las cuentas fiscales o simplemente maquillar los indicadores de un país pueden ocasionar riesgos que originen una grave conmoción social y de impredecibles consecuencias, como actualmente vive Grecia.
En el caso del manejo de la economía ecuatoriana, a raíz del debate sobre la reforma a la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado, existen dudas sobre la información del sistema de balances del Banco Central del Ecuador, sobre todo cuando el gasto público del Gobierno ha mantenido una tendencia constante de crecimiento.
Pero no solo existe esa observación. También hay dudas sobre la inclusión de la ‘deuda’ contraída con China por la venta anticipada de petróleo. Las autoridades han desvirtuado esta preocupación, pero es un asunto a considerar.
En definitiva, las lecciones que deja Grecia, más allá de la reactivación de la crisis financiera mundial, es un mensaje para ser mucho más transparentes en la información fiscal.
Además del impacto en los mercados bursátiles del mundo, del debilitamiento constate del euro frente al dólar y el temor de los inversionistas, las lecciones de la crisis griega deben ser analizadas con cautela desde el Ecuador.
Entre las razones que llevaron a los griegos a esta situación está, principalmente, un aparente mal registro de sus cuentas fiscales, que hoy se traduce en un elevado déficit, ocasionado en gran parte por la acumulación de deudas.
No transparentar las cuentas fiscales o simplemente maquillar los indicadores de un país pueden ocasionar riesgos que originen una grave conmoción social y de impredecibles consecuencias, como actualmente vive Grecia.
En el caso del manejo de la economía ecuatoriana, a raíz del debate sobre la reforma a la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado, existen dudas sobre la información del sistema de balances del Banco Central del Ecuador, sobre todo cuando el gasto público del Gobierno ha mantenido una tendencia constante de crecimiento.
Pero no solo existe esa observación. También hay dudas sobre la inclusión de la ‘deuda’ contraída con China por la venta anticipada de petróleo. Las autoridades han desvirtuado esta preocupación, pero es un asunto a considerar.
En definitiva, las lecciones que deja Grecia, más allá de la reactivación de la crisis financiera mundial, es un mensaje para ser mucho más transparentes en la información fiscal.
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