viernes, 13 de noviembre de 2009

SEGMENTO RADIAL "ECONOMÍA Y ALGO MÁS" POR RADIO SAN FRANCISCO 850 AM

Las situaciones económicas difíciles se afrontan con una actitud positiva

La crisis económica que soporta América Latina y el Ecuador lleva ya, algunas décadas. Para sobrellevarla conviene cambiar la postura de echar la culpa a los otros y, adoptar una actitud más creativa y eficaz. Ésta es la clave para descubrir los recursos que permitan afrontar las situaciones económicas difíciles. Por el contrario, la pasividad o la indiferencia son actitudes negativas que impiden advertir las posibles oportunidades y, lo que es peor, hunden a la persona en el pesimismo y la desesperación.

Pero la crisis no es solo económica, sino social y moral. Por ello es necesario estrechar los lazos familiares y recuperar los valores como la honradez, la laboriosidad, la lealtad, etc. Consolidar el vínculo matrimonial con mayor fuerza es la primera medida necesaria. Vale recordar que: la unión hace la fuerza y que dos piensan mejor que uno. Cuando los esposos se aman y, se apoyan en las buenas y en las malas circunstancias, la relación conyugal se fortalece y, por tanto, la familia se convierte en su prioridad. De este modo, es más fácil afrontar cualquier problema de manera proactiva. Entre dos pueden pensar mejor en las posibles soluciones y, juntos ejecutar las que sean más adecuadas con apoyo mutuo, con optimismo, con tesón y con creatividad. Cabe destacar que el esfuerzo, la dedicación y la constancia son las principales características de las personas creativas y emprendedoras.

Además, ésta puede ser la oportunidad para explicar a los hijos, de acuerdo a sus edades, qué es una crisis económica y sus posibles repercusiones. Así, se puede implicarles en el objetivo de ahorrar o de trabajar unas horas, durante los fines de semana, para colaborar en los gastos familiares o personales –se debe tener cuidado en que éste no afecte sus estudios porque éstos son su primera responsabilidad–.

También es un buen momento para que aprendan a diferenciar entre lo indispensable o imprescindible y aquello que no lo es. Entonces, comprenderán que la austeridad no es una desgracia o una desdicha, sino un estilo de vida que los puede hacer más fuertes y libres. Aparte, les obligará a desarrollar el ingenio para encontrar otras maneras de pasarla bien sin tener que gastar dinero.

Conviene juntarse con los vecinos para impulsar ciertas actividades que permitan fomentar y practicar la solidaridad. Por ejemplo, hacer trabajos comunitarios, reformularse los hábitos de consumo, proponer algunas soluciones al concepto de desperdicio y, concebir campañas de participación social.

Por último, la alegría permite evaluar las situaciones con mayor optimismo. Una sonrisa o unas palabras amables generan ambientes más positivos. ¡Practíquelas y verá los resultados!

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